Fernando Lobo: “Decir que tengo mi propio cine es el sueño de una vida”
- Eduardo Cañadas
- 22 dic 2020
- 10 Min. de lectura
Repleto de la ilusión que caracteriza a todo principiante, Fernando Lobo y sus compañeros le han ganado el pulso a este 2020. Defiende el cine de autor y no tiene miedo de criticar a la industria de Hollywood. Fiel a sus valores, contempla este medio como “una perfecta forma de educación”. Así, diversidad, política y sociedad, son los temas que inundan la cartelera del Cine Embajadores.

Eduardo Cañadas - 22/12/20 - 11:30
Un hilo de humo es lo primero que se ve cuando Fernando Lobo, relaciones públicas del Cine Embajadores, se conecta a la videollamada a través de Skype. Es probable que hubiera estado fumando un cigarrillo antes de incorporarse. Con una sudadera gris que hace juego con su sofá se disculpa por el retraso. Habíamos quedado a las seis de la tarde, pero al comunicarle que iba a ser grabada me pidió veinte minutos más para “ponerse algo presentable”. Se nota que está interesado en la entrevista y que tiene ganas de hablar de su nuevo proyecto: un cine ubicado en el número 5 de la Glorieta Santa María de la Cabeza, en Arganzuela.
Interviniendo como ya lo hizo en las grandes obras de autores clásicos, la justicia poética toma lugar en la apertura de este cine, que se sitúa en un local de 330 metros cuadrados donde antes hubo un banco. “Era antes una sucursal de la Caixa. Estaba todo tabicado con pladur y demás. Vimos el plano y ya dijimos aquí la sala 1, aquí la sala 2 y aquí la sala 3. Lo tuvimos muy claro desde el principio”, afirma orgulloso.
En menos de cinco meses han conseguido ganarse un hueco en medio de esta cultura cinéfila que caracteriza a la capital española. Desafiando las leyes y yendo en contra de este fatídico 2020, se suman a las 492 pantallas que hay en la Comunidad de Madrid, con un total de 200 butacas cargadas de historias, ilusiones, magia y sobre todo, mucho cine.
¿Cómo nace este proyecto? ¿Quiénes estáis detrás de él?
Somos varios compañeros que nos dedicamos desde hace varios años a la industria del cine. A muchos niveles, tanto a nivel de distribución, como de producción, incluso el director de los cines, Miguel Ángel, ha escrito el guion de dos películas y una de ellas la ha dirigido él mismo. Al final, es el sueño de una vida, decir que tengo mi propio cine y en él voy a hacer un poquito lo que siempre he querido, o como siempre he concebido que debe de ser un cine, ¿no?. Hace dos años se le empezó a dar forma cuando empezamos a ver que la situación de la distribución en España está un poco complicada porque han surgido pequeñas distribuidoras que, con todo el cariño del mundo, hacen su trabajo pero suman nuevos estrenos a la parrilla semana a semana. Es como que cada viernes de estreno era una guerra por entrar a los cines, una guerra por competir contra doce o trece títulos. Entonces decidimos que había que hacer algo.
Cuando ya tenéis claro lo que queréis hacer, supongo que tendréis que decidir dónde ubicar el cine, ¿por qué Embajadores y no otra zona de Madrid?
Es sencillo. Nosotros queríamos recuperar el concepto de cine de barrio, ¿vale? Teníamos muy claro que queríamos que fuera en el centro de Madrid [...] Lo primero es que tuviésemos menos competencia. Era súper importante eso. Por nosotros y por el otro cine. Al final si hubiéramos abierto un cine cerca de los Renoir no tendría sentido.
Entonces en ese momento, pensamos en el barrio de Arganzuela, que es un barrio que tiene mucho traqueteo cultural. Está la Casa Encendida, el Circo Price, la Sala Equis, El Matadero... Luego también, vimos que había un nicho de población de 300.000 personas, que la clase es media, con un poder adquisitivo normal. Era importante que no fuera un barrio que estuviese centrificado. Es decir, Arganzuela lo cumple. Vive gente de toda la vida, pero también se esta mudando mucha gente joven.Y ya encontramos un local al lado del Reina Sofía, pero nos lo echaron para atrás por una cosita de la obra que necesitábamos hacer y que ellos perdían metros a la larga. Ya cuando encontramos este, en la Glorieta Santa María de la Cabeza, fue verlo y decir “es este, es aquí”. Ya era cuestión de empezar la obra. Estamos hablando de diciembre de 2019.
El cine nace con una serie de premisas: sería un cine de barrio, las proyecciones se harían en versión original, se apostaría por el cine de autor... ¿por qué fue concebido así?
Al final un poquito uniéndolo con lo de antes, nosotros somos gente que llevamos varios años en la industria del cine. No somos unos empresarios que han decidido abrir un cine como podían haber abierto otra cosa. Creemos que el cine debe de verse en versión original, por el matiz de las actuaciones, el trabajo original... Bien sea en inglés, o bien sea en ruso, indio o cualquier idioma.
En cuanto al cine de autor, nuestra distribuidora, Surtsey Films, es por el cine que apuesta. A veces por necesidad y a veces por convicción. Es decir, nosotros no podemos acceder a los grandes estrenos de Hollywood, no tenemos el capital para ello ni tenemos los medios ni los recursos. Trabajamos con mucho cine europeo, cine asiático, cine latinoamericano, que es un cine que nos gusta y es social. Queríamos dar ese enfoque al cine, que tuviese un modelo híbrido, que fuese un cine en el que poder albergar tanto estrenos de Hollywood como producciones más pequeñas [...].
La recepción de la mayor parte del barrio ha sido buena. Mucha gente nos dice: “¿Pero no ponéis películas dobladas?”. Pero es más la gente que nos dice que pongamos las películas en versiones originales, que es así, como a ellos les gusta ver cine. No puedes acertar con todo el mundo.
La apertura estaba programada para marzo, pero debido a la pandemia tuvisteis que posponerlo, ¿cómo lo vivisteis?
Pues imagínate. Mira yo me acuerdo que el día 13, que era viernes, es cuando Pedro Sánchez decreta el Estado de Alarma y nosotros teníamos para ese mismo día previsto un estreno de la película Algo pasa en Tel Aviv. Y ya nos olíamos la tostada. Nos llegó desde el ayuntamiento informaciones de “ojo que se van a cerrar cines y demás”. El día 10 cancelamos el estreno pero con el cine seguimos funcionando igual. La semana siguiente teníamos las inauguraciones, el martes nos ponían las butacas que es lo último que quedaba y luego ya detallitos de decoración y tal y nada, llega el Estado de Alarma. El cine se queda vacío, la obra inacabada a falta de detalles, nuestra ilusión por el suelo... Nos encerramos todos en casa y hablábamos: “¿Qué hacemos?, ¿qué no hacemos?”. Bueno pues te toca esperar [...].
Finalmente llegó un momento en el que las noticias no podían ser peores y ya empezaron a ser mejores. Entonces, recuperamos toda nuestra ilusión. Al final dijeron que en la nueva normalidad íbamos a poder abrir al 75% del aforo. Entonces decidimos ponernos a trabajar para abrir en julio. Y así hicimos, recuperamos toda nuestra ilusión y todo ha quedado como en un mal sueño. Yo pienso, y con el tiempo, lo veo súper lejano. Llevamos cerca de cinco meses con el cine abierto y veo ya el confinamiento de marzo y esa primera apertura fallida súper lejanos en el tiempo. Como si hubiera sido hace 10 años, ¿sabes?.
Finalmente, abrís en Julio, aunque he leído que no abrís el día previsto porque hubo un incendio en el edifico de al lado...
Sí, eso fue ya el remate. Abríamos el 3 de julio y ya pues pusimos las entradas a la venta, teníamos 500 vendidas, la gente con una expectación de la leche, habíamos salido en todos los medios de comunicación, habían venido todas las teles.... Pues bueno, eran como las once de la mañana o así y estábamos ya con los últimos detalles. De repente empiezo a oír sirenas de bomberos, de policía, veo que la plaza se empieza a llenar y veo que es en el portal de al lado. Y digo “Bueeeenooo”. Ahí claro, en el portal de al lado, que es un portal muy grande, está nuestra acometida de la luz pero también está la de los vecinos. Entonces pensé “como haya sido la nuestra esto es un drama absoluto”.
Pero bueno el caso es que nos dicen que “tienen que cortar la luz todo el fin de semana porque tienen que investigar qué ha pasado y que no podemos abrir”. Imagínate. Yo me acuerdo de ver a mis compañeros llorando y diciendo “no puede ser, a cinco horas solo de abrir y justo pasa esto”. Llegó el lunes, revisaron todo y fue la acometida del portal, no fue la nuestra. Ya nos dieron la luz y ya plateamos abrir el día 10 y pudimos abrir ese día. Hicimos una campaña de a la tercera va la vencida. La gente se lo tomó súper bien. Como súper romántico, super poético, y entonces vinieron aun más televisiones, aun más medios y fue casi como una justicia divina. Fue como, “a esta gente con todo lo que les ha pasado, pues la campaña de publicidad gratis”, y ya así pudimos abrir el día 10. Tenemos por ahí puesto en Twitter la foto del primer espectador. Mucha gente el primer día nos llevo regalos, libros de cine, y cositas en las que ponían “muchas gracias por abrir esto en el barrio”. La verdad que fue un día precioso, un día muy bonito. No se me va a olvidar en la vida.
Tu compañero Miguel Ángel, el pasado febrero declaraba a Europa Press que el cine Embajadores sería “uno de los mejorcitos cines en versión original de Madrid”, ¿qué crees que es lo que os hace diferenciaros del resto?
En realidad no nos diferencian tantas cosas. Pero yo creo que si algo nos diferencia del resto de cines es que tenemos la vitalidad de los que empiezan. Al final somos un cine nuevo, somos personas que están probando todo por primera vez. Prueba y error, prueba y error. Estamos como todo el día pensando qué podemos hacer la semana que viene , qué podemos hacer el mes que viene...es al final a base de soltar ochenta mil ideas surgen, de vez en cuando, alguna que la podemos llevar a cabo. Por otro lado, también yo creo que estamos intentando darle un enfoque distinto al cine, dinamizándolo mucho [...] Intentamos poner ciclos, reestrenos de clásicos, documentales de arte, festivales de cine, presentaciones de videos musicales... Intentamos que el cine Embajadores no sea solo un espacio para el cine, sino que sea un espacio para la cultura. Un espacio más que complemente al resto y que a la vez ofrezca algo que no ofrecían los demás.
He visto que estáis inmersos ahora mismo en un ciclo llamado cine y política y que este mismo otoño habéis estado apostando también por un ciclo LGBT, ¿cómo de importante crees que es que el cine se haga eco de estas realidades? ¿Por qué en el vuestro apostáis por darles visibilidad?
Al final nosotros, por ejemplo, con la distribuidora proponemos llevar todos los años al menos una película LGBT. La gente del colectivo LGBT son personas que no han tenido las mismas oportunidades que las personas heterosexuales. Han tenido una infancia más dura, han sufrido la represión de la sociedad, de los medio de comunicación, incluso de familiares y demás [...] Al final la forma de que el resto comprenda esto es mediante la educación. Y a mí, el cine me parece una perfecta forma de educación porque es como que te entra sin escuchar un discurso reivindicativo. Hay mucha gente que es muy reacia al discurso reivindicativo, porque sale un político y piensan que por qué tienen que pensar como ese señor les está diciendo que piensen. Si tú ves una película de amor entre dos hombres o dos mujeres o con transexuales, pues tú, como espectador quizá más conservador, pues igual te enterneces o sientes emociones. Al final todos tenemos corazón.
Es frecuente que tras el visionado de la película se realice un coloquio con la colaboración de algún invitado especial. Han pasado ya por allí actores como Javier Cámara, Natalia de Molina, la directora Iciar Bollaín... ¿cómo hacéis para contactar con ellos?¿Cuál ha sido la visita que más ilusión te ha hecho?
Ha habido un par de visitas que me han hecho mucha ilusión. Candela Peña estuvo muy bien. Yo estaba anunciando la película de La boda de rosa, tranquilamente, pues contactamos a través de la distribuidora con la guionista que es Alicia Luna, que trabaja normalmente con Iciar Bollaín. Pues bueno, anunciando el coloquio con esta chica, contesta Candela Peña diciendo que ella se ofrece voluntaria para venir al cine Embajadores y hacer un encuentro con el público. Entonces dije “¡quieto, esto hay que hacerlo!”. Contacté con ella por Twitter y ya me dio su teléfono y hablé con ella y me dijo que “Paula Usero también se une, que Natalie Poza también se une", y entonces pues se generó mucha expectación. Me acuerdo que las entradas duraron literalmente segundos. Las puse a la vente y al minuto ya estaba la sala llena.
Luego también tuvimos el otro día a Emma Suarez y al director de Una ventana al mar, Miguel Ángel Jiménez, y la verdad que fue el coloquio más bonito que hemos tenido porque se abrieron mucho. Estaba además el hermano de Emma Suarez en la sala. Empezó a comentar cosas sobre Emma y sobre la película y matices que veía en la interpretación que no había visto nunca... fue muy bonito porque ves a una actriz como Emma Suarez que tiene 3 premios Goya, que lo ha ganado todo, que es súper reputada y la ves ahí hablando con tanta naturalidad, en un ámbito tan íntimo, sobre el fallecimiento de su ex pareja por cáncer, que es un poquito sobre lo que habla la película. A mí ella me lo dijo después: “es el primer coloquio en el que hablo sobre esto”.
Ya para ir terminando... ¿puedes hablarnos sobre algún proyecto futuro, algo que tengáis en mente para los próximos meses?
Vamos semana a semana. A ver a ver si te puedo decir... Tenemos ahí unos documentales sobre Federico García Lorca que queremos sacarlos y hacer una especie de trilogía. Y bueno, no mucho, pero bueno se nos irán ocurriendo cosas. Probablemente cuando lleguen los Oscars haremos alguna reposición de las ultimas películas que han ganado el Oscar a mejor película internacional que es para nosotros el Oscar más importante. Y bueno pues en Navidades ahora vienen muy buenas películas, intentaremos tener mucho cine familiar, cine de autor,... se estrena El padre, una película de Antony Hopkins. Va a estar bien, van a ser unas navidades que estén bien. Encima como vamos a poder hacer menos cosas pues hay que ir al cine.
Ultima pregunta. Habéis conseguido muchísimo en estos últimos meses. Al principio comentabas que parece que han pasado diez años desde que comenzasteis con el cine Embajadores, ¿cómo os veis justo dentro de diez años?
¿Dentro de 10 años?. Pfff no sé cómo vamos a estar la semana que viene... yo bueno... más que como me veo, te digo como espero. Me gustaría que estemos como una expresión que ya he dicho alguna vez, porque estamos tan contentos con la recepción del barrio, con las cifras de público que estamos teniendo, y con todo que es... virgencita virgencita que me quede como estoy. O sea que tanto siga el cine bien, como que la gente siga teniendo la misma acogida, como que nosotros sigamos teniendo ese mismo trabajo y esa misma ilusión [...] No queremos estar mejor y ojalá nunca peor.
Como estáis y ojalá ya sin limitaciones de aforo...
Virgencita virgencita que me quede como estoy.
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