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La final de Masterchef Celebrity acaba con sorpresa

  • Marina de Paz Martín
  • 17 dic 2020
  • 4 Min. de lectura

Te contamos la crónica sobre la final del talent culinario. ¿Se habrán cumplido las apuestas del público?


La quinta temporada de MasterChef Celebrity ha concluido. Después de varias semanas de cocinados individuales, retos en equipo y pruebas de eliminación, solo cinco afortunados han podido llegar a la gran final. Las apuestas dejaban un claro ganador: Josie. Pero ¿sería el vencedor de esta edición?


El último programa empezaba con una prueba de mucho nivel y exigencia, propia de una gran final. El invitado fue Dabid Muñoz, el chef de Diverxo, con tres estrellas Michelín. Para la ocasión los concursantes finalistas – que recordemos que eran Florentino Fernández, Nicolás Coronado, Ainhoa Arteta, Raquel Meroño y Josie – debían recrear el menú que el chef les había traído: bogavante con tortilla cremosa de queso chedar añejo. Ahí es nada. Sin embargo, y es precisamente donde radicaba la dificultad de esta prueba, tendrían que hacerlo siguiendo los pasos del cocinero que, como no podía ser de otra forma, iba a un ritmo frenético. “Venga, venga, rápido”, les gritaba a los celebrities porque, además, los jueces le habían prohibido repetir la receta: si no lo cogías a la primera, podías darte por perdido. Está claro que la clave de este cocinado estuvo en la organización, la concentración y la destreza, cosas de las que no todos los finalistas pudieron presumir. Los resultados fueron muy dispares, y si bien todos pudieron presentar su elaboración con menor o mayor éxito, hubo un claro y justo vencedor: Flo. Pudiera parecer que por su actitud o su forma de afrontar la prueba no tenía todas las de ganar, pues viene siendo costumbre que el ‘humor’ de Flo acapare sus platos, cosa que, por otro lado, no hace más que despistar sobre su verdadera capacidad. Pero en este caso ganó y se alzó con el primer puesto en el duelo final.


Una vez acabado el primer asalto, los cuatro concursantes restantes se batieron por el segundo y último lugar en la final. El programa viajó esta vez hasta Cantabria. Tocaba preparar un menú degustación diseñado por Jesús Sánchez, el chef de El Cenador de Amós, en el que el papel destacado lo ocupaba la materia prima de la zona: anchoas, sardinas, bogavantes… Ocho platos, dos para cada concursante. Los cocinados empezaron escalados. Primero Nicolás, luego Raquel, a continuación, Josie y, finalmente, Ainhoa, y volvieron a repetir esta sucesión. En general parecía que todo iba saliendo, aunque con algún fallo y dificultades varias: las esferas y el helado de Nico, los bogavantes de Josie, el plato principal de Ainhoa… Los comensales, entre los que se hallaban figuras de renombre como Ana Botín o Miguel Ángel Revilla, mostraban su aceptación, aunque puntillosos con algunos platos. El menú tenía su dificultad, claro está, que para eso nos hallábamos en una final, pero el ambiente que se respiraba en cocinas distaba mucho de la tensión que se le presupone a una prueba de exteriores. Una vez finalizado el cocinado, los jueces pasaron a ofrecer su valoración. Exquisitos, más que nunca, señalaron defecto por defecto muy detalladamente. Sin embargo, cualquiera que haya visto el programa en más de una ocasión – ya no solo por el nivel de esta prueba – podía predecir que el segundo duelista de la noche estaba más que claro: Raquel Meroño. ¿Quién le iba a decir a esta ‘mamá microondas’ que iba a colarse en la final de MasterChef Celebrity sin saber si quiera “freír un huevo”?


Y así quedó el duelo final: Raquel contra Flo, un enfrentamiento por el que nadie había apostado. Para consuelo de la audiencia, queda claro que Josie será el ganador moral de esta edición, el verdadero finalista del público y un auténtico descubrimiento para muchos. ¿Tongo? Ni confirmamos ni desmentimos, pero a la vista está que los mejores platos de la edición tenían dueño y no era precisamente ninguno de los dos finalistas. Dicho queda.


Es posible que el duelo entre la actriz y el humorista no sea el de más nivel comparado con el de otras ediciones, pero los platos que presentaron – especialmente uno de ellos, que no desvelaremos de momento – estuvieron a la altura. Por un lado, Flo decidió rendir homenaje a la tradición con un menú que, si bien tenía ciertas elaboraciones complejas, su base respetaba la materia prima, algo de lo que tanto presume el programa. Por su parte, Raquel arriesgó elaborando unos platos llegados desde la otra parte del mundo, con un componente exótico y algo que enamoró a los jueces: una historia detrás. Dos apuestas muy distintas que, eso sí, reflejaban fielmente a sus autores. Acompañados de sus familiares y del resto de exaspirantes de esta quinta edición, el cocinado pasó en un abrir y cerrar de ojos hasta plantarse ante su última valoración: una cata final en la que estuvieron presentes Joan Roca y Ángel León. Entrante, plato principal y postre, que en el caso de Flo no obtuvieron tan buenas críticas como los de su compañera porque, más allá de su elaboración, se le olvidaron dos ingredientes fundamentales para su menú, ¡y mira que se lo había recordado Samantha! Fue Raquel, en cambio, la que presentó unas propuestas redondas acompañadas, como ya decimos, de una decoración en forma de historia de sufrimiento, superación y coraje. Su discurso y unos platos magistralmente ejecutados – capítulo aparte merece ese postre con forma de volcán de mango – le sirvieron para alzarse con la victoria. De ‘mamá microondas’ a ‘mujer MasterChef’.



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